La creencia indica que la corona de la plabra persona la lleva el humano. No es verdad.
Las personas no humanas son nuestros amigos, servidores y muchos más que esto. Son la raza animal. Ellos se acercan a nosotros para evolucionar, y no es raro pensar que, en muchas oportunidades, sentimos que ellos nos dan algo mucho más valioso desde compañía, consuelo y hasta un sentido por el cual vivir. Existe una clara sensibilidad en su existencia, que se establece cuando la comunicación entre los humanos se ha quebrado y a través de estas personas no humanas seguimos siendo humanos.
Si a través de ellos curamos heridas, expresamos nuestro más puros sentimientos, calman nuestra ansiedad; cuando su mirada nos habla al alma sin más intención que agradecer, cuando podemos jugar como niños, mejor entonces honrar la vida de estos seres sensibles extraordinarios. Pues cuando ellos logren evolucionar hasta nuestro nivel humano es seguro que como humano serán aún mejores.
Tomemos su ejemplo de servicio, para que igualmente nosotros en nuestro avance, lleguemos a una superior altura espiritual.
Deja un comentario