Hay una ley en el universo que dice: COMO ES ADENTRO ES AFUERA.
Ahora imaginá que todo lo que sucede afuera de nuestra existencia es como lo que ocurre dentro de nosotros. Probablemente tu reacción como la mía, sea que estas dos cosas no tienen nada que ver. Bueno, creo que es momento que no juzguemos con velocidad de la luz lo que vemos. Porque si hay algo que es muy frecuente es que tengamos razones para marcar el error afuera, o lo que sea. Con esto no quiero decir que no pongamos límites a lo que consideramos negativo o que nos afecta de esa forma.
Creo que esto que nos molesta tanto necesita buscar sus raíces. Hoy la ventaja es, que esta información tan enterrada, salga a la luz y que con simple atención y toma de conciencia, nos muestre con misericordia el dolor sentido en nuestro interior.
Desatar estos nudos del alma limpia nuestra visión del mundo, disuelve nuestro miedo y recelo hacia él y revaloriza nuestra misión de ser sus cuidadores.
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